fbpx

Desabastecimiento de Medicamentos para la Epilepsia en Colombia: Un Llamado a la Acción

La disponibilidad y entrega de medicamentos antiepilépticos en Colombia enfrenta retos significativos que impactan tanto a los pacientes como al sistema de salud. Según informes de pacientes y del Ministerio de la Protección Social, se presenta un desabastecimiento de medicamentos clave como el Clobazam y la Fenitoína, afectando especialmente a niños, adolescentes y adultos mayores. Esta situación pone en riesgo su salud y calidad de vida, generando preocupaciones sobre crisis epilépticas y afectando su educación y empleo.

Las causas de este desabastecimiento son variadas e incluyen dificultades logísticas, demoras en la aprobación de trámites por parte del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), y fluctuaciones en los precios internacionales de los medicamentos. Estas circunstancias limitan la capacidad de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) para asegurar la distribución adecuada y oportuna.

Ante esta crisis, es fundamental una respuesta coordinada entre el gobierno, el sector salud y organismos internacionales para garantizar que los pacientes reciban el tratamiento necesario.

Se han tomado diversas medidas para abordar la situación:

  • El Ministerio de Salud y el Invima están facilitando la importación de Clobazam desde Brasil, con el objetivo de restablecer su disponibilidad.
  • Se ha priorizado el trámite de registro sanitario para un nuevo fabricante, que comenzará su comercialización en octubre de 2024.
  • Se está monitoreando el regreso de otra farmacéutica al mercado, programado para finales de septiembre de 2024.
  • Se espera que, en las próximas semanas, se cuente con tres oferentes de Clobazam, incrementando la oferta disponible.
  • La Fenitoína en cápsulas duras de 100 mg se reintroducirá en el primer trimestre de 2025.

Asimismo, se está realizando un censo de productores interesados en ingresar al mercado colombiano y se ha confirmado la disponibilidad de la Fenitoína en su forma de liberación modificada.

Confiamos en que estas acciones contribuyan a mejorar el panorama de atención para la epilepsia en Colombia y en toda América Latina, donde muchos pacientes enfrentan dificultades para acceder a los tratamientos necesarios.